domingo, 29 de septiembre de 2013

Biología y ecología de la ballena franca austral

 La ballena franca del Austral, (Eubalaena australis), se distribuye en aguas del Hemisferio Sur desde los 20º S hasta los 55º S abarcando las costas de Perú, Chile, Nueva Zelandia y Australia por el Pacífico y las costas de Brasil, Uruguay, Argentina y Sudáfrica por el Atlántico e Indico.
 Como consecuencia de su sobreexplotación, solamente se han preservado hasta nuestros días dos áreas reproductivas principales. Una de ellas abarca las costas de Sudáfrica, la otra las costas de Península Valdés en la Provincia de Chubut (Argentina).
La estructura grupal de la ballena franca varía notablemente dependiendo de la época del año y el rol que tiene el individuo acorde al sexo y a la edad. Básicamente la vida de estas ballenas, como muchas otras, comprende periodos alternados de alimentación en zonas de alta productividad biológica con periodos relacionados a la reproducción en  aguas más cálidas y costeras. Este fenómeno se repite año tras año (Ver en Glosario de términos utiles: Migracion)

Cortesía Dr. Diego Rodríguez
Estas áreas reproductivas son frecuentadas por cientos de animales en el período comprendido entre julio y diciembre, para cumplir actividades reproductivas y de crianza. Una vez finalizadas estas actividades los ejemplares adultos, juveniles y cachorros migran hacia zonas subantárticas donde se localizan las zonas de alimentación de esta especie, la Convergencia Antártica una zona de gran producción de alimento el plancton.

En la época de invierno migran a zonas más cálidas como el sur de Brasil para encontrar temperaturas más benignas.
Durante la estación reproductiva, la población de Península Valdés arriba progresivamente durante el otoño. Las ballenas permanecen en el are todo el invierno y la primavera abandonando gradualmente la zona a medida que se acerca diciembre. A pesar de la extensa costa Argentina la zona de apareamiento de esta ballena está limitada al área de Península de Valdés (Provincia de Chubut). El Golfo Nuevo y el Golfo San José, ubicados en esta área presentan características peculiares que permiten este fenómeno, dado a sus aguas calmas y extensas playas con restingas.

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